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Blog de la Red Mexicana de Cuencas

"Las opiniones aquí vertidas son de la exclusiva responsabilidad de(los) autor(es) y no representan necesariamente la opinión o punto de vista de la REMEXCU"

Inicia 2020, un año de 366 días, un año bisiesto debido a que nuestro planeta tarda 365 días, 5 horas, 48 minutos y 56 segundos, por lo que cada cuatro años se "ajusta" esta corrección. Con el nuevo año inicia nuevos deseos para lograr propósitos y dar un vistazo a los años pasados para ver el camino recorrido. Y pues aquí vamos nuevamente, a escribir el resto de las páginas durante este año. Profesionalmente me he desempeñado como "geocientífica freelance", con especialidad en hidrogeología, además de un negocio local de enseñanza de matemáticas/lectoescritura. Me interesa la educación, para mi es un logro apoyar a que un niño(a) entienda las fracciones, dar una cátedra universitaria o ver publicado un artículo de investigación.

Una de las experiencias que más me gustó del año pasado fue la oportunidad de regresar a las aulas universitarias impartiendo el curso de “Hidrogeología” a los alumnos de la Licenciatura de Geografía Ambiental en la Universidad Autónoma de Querétaro. La materia fue optativa así que propuse el programa que se dividió en cinco temáticas:

  1. El agua subterránea y el ciclo hidrosocial
  2. Tipos de acuíferos
  3. Redes de flujo, disponibilidad, sobreexplotación
  4. Hidrogeoquímica y contaminación de acuíferos
  5. Estudios de caso (Prospección Geofísica, Modelación, Ecohidrología)

También actualicé un manual de prácticas utilizando software libre se Sistemas de Información Geográfica (QGIS-Zanzibar) e hicimos tres salidas de campo: Minas de ópalo, al COTAS Amazcala (Comité Técnico de Aguas Subterráneas) y una extra de piezometría.

De la salida a las Minas de ópalo te comparto la reseña realizada por la alumna María Fernanda Rivera Godínez:

El día 19 de octubre como parte de la materia de hidrogeología tuvimos la práctica a la mina de ópalos en la comunidad de Nogales en el municipio de Colón, Qro. Nos citamos a las 8:30 am del sábado en la UAQ campus aeropuerto, nos subimos a la camioneta y emprendimos nuestro camino. El día estaba un poco nublado, pero no se sentía frío. El único problema que tuvimos durante el viaje fue llegar a la comunidad porque nos perdimos un poco y tuvimos que dar una vuelta para regresar de nuevo al camino. Llegamos a la comunidad y a la casa de los señores para conocerlos y que nos guiaran hacia las minas. Saliendo de su casa hicimos una parada rápida a una tienda y compramos galletas, papas, aguas para el camino. Seguido de eso nos adentramos a un cerro y llegamos a una cueva. Nos explicaron que esta cuera la habían encontrado los señores ya hace muchos años y dentro de ella hallaron restos de cuerpos humano. Era una cueva pequeña, pero pudimos ver ciertas partes en la roca donde se infiltraba el agua subterránea y nos comentaron que también se podían ver murciélagos que venían a refugiarse aquí en las noches. Nos tomamos una foto fuera de la cueva y dejamos cosas en la camioneta y procedimos a seguir caminando hacia el cerro.

Mientras subíamos los señores que nos guiaban escucharon una serpiente de cascabel y la detuvieron para que la pudiéramos ver. Seguimos caminando y llegamos a un lugar alto donde podíamos ver el paisaje y donde también se sacaban rocas y minerales. Nos mostraron una máquina que se usaba para triturar la roca y de ahí nos dirigimos a la mina principal. Al estar en la mina nos dieron martillos y picos y nos dijeron que teníamos total libertad para escoger el lugar y la roca que quisiéramos para empezar a trabajarla. Cada uno de nosotros agarramos un espacio y comenzamos a golpear y picar la roca en busca de minerales. Estuvimos ahí como por una hora y nos dieron indicaciones para que nos saliéramos de la mina ya que iban a poner dinamita en un espacio de la mina para poder romper las rocas. Salimos y caminamos unos cinco minutos y esperamos a que se escuchara la detonación para volver a la mina. Nos bajamos con cuidado agarrándonos de una cuerda y ya al estar todos abajo, uno de los chicos que nos acompañaba rodó las rocas que salieron con la explosión y así se partieron con mayor facilidad. Estuvimos trabajando otra hora más y después recogimos nuestras muestras de rocas y regresamos hacia donde habíamos dejado la camioneta.

Volvimos a la casa del señor mientras ellos iban a cortar unos elotes, uno de sus hijos nos mostró el procedimiento que se realiza para sacar un mineral de un pedazo de roca y de ahí poder darle una figura para poder usarlo como adorno o accesorio. Para este procedimiento usó unas máquinas que giraban y al contacto con la roca le iban quitando material hasta que quedara solamente el mineral, seguido de esto lo fue lijando hasta formar la figura (en nuestro caso fue una figura de corazón y otra en forma de gota), después le hizo un orificio con un taladro pequeño y finalmente pulió la pieza. Mientras veíamos este proceso otro chico nos contaba las historias que se decían sobre las brujas y su conexión con las minas, se dice que las brujas llegan a las minas porque en estas pueden absorber poderes de todos los minerales que se encuentran ahí: también nos contaron que no tienen una tienda física, sino que ellos van a los pueblos como Bernal y les dejan la mercancía para que ellos la vendan y posteriormente ellos recogen el dinero de las ventas de sus piezas.

Al terminar todo esto, los señores nos dieron unos elotes recién cortados y asados para que los disfrutáramos todos juntos, terminamos de comer, nos despedimos y agradecimos el trato y el conocimiento que nos brindaron. Las dos piezas que nos enseñaron a procesar, nos la regalaron y entre nosotros las rifamos.

¡Te deseo un buen año de 366 días para que tengas nuevas experiencias y logres tus propósitos!

Por cierto, si en tus propósitos está realizar una maestría ya está abierta la convocatoria para ingresar a la Maestría en Gestión Integrada de Cuencas.

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