Después de un período de incertidumbre debido a una huelga en la UNAM, regresamos a las aulas virtuales a mediados de mayo 2021. Una de las asignaturas fue la de Sistemas Acuáticos para estudiantes de la licenciatura en Ciencias de la Tierra. Esta asignatura fue compartida con uno de los profesores con experiencia en Oceanografía (Mariño, 2021) junto con mi experiencia en Hidrogeología. Es inevitable, aunque existen temarios definidos, la experiencia de cada profesor hace que una clase universitaria sea única, porque no solo es estar frente a una pantalla explicando conceptos, sino que cada actividad propuesta es una habilidad que suma para el desarrollo de los estudiantes.

De las actividades realizadas fue el ejercicio del “laplaciano”, aplicando un programa de Matlab, que se basa en la ecuación de Laplace (∇^² U=0) con base en el modelo digital de elevaciones del SRTM (Shuttle Radar Topographic Mission) de la NASA (Jarvis,2008). ¿Qué vemos al obtener este cálculo? Se obtienen las zonas de divergencia, convergencia y pendientes, es decir; zonas de recarga, descarga y escurrimientos que se relacionan con sistemas acuáticos como lagos, humedales y ríos.

La siguiente fase del curso fue mi participación, así que la indicación fue que eligieran una cuenca (Conagua,2020), seleccionaran una hidrométrica y ahora tenían que graficar el hidrograma y calcular el volumen de escurrimiento. ¿Dónde encontramos los datos de las hidrométricas? En México, se pueden descargar del BANDAS (2014). El caudal es la cantidad de agua que pasa por tiempo y se expresa en metros cúbicos sobre segundo (m3/s). Para visualizar la variación de caudal que tiene un río se hace un hidrograma (que es una gráfica de tiempo contra caudal). Conocer esta gráfica de una cuenca es como tener un monitor cardiaco en un paciente, mientras existan altos-bajos sabemos que existen las funciones vitales (Figura1).

Figura 1. Pulsos del sistema acuático y en el cuerpo humano (Salinas,2021)

Un río se define como una “corriente de agua natural, perenne o intermitente, que desemboca a otras corrientes, o a un embalse natural o artificial, o al mar” (DOF,2020). Los ríos son sistemas acuáticos dinámicos porque conectan en cuatro dimensiones (tres físicas sobre el territorio y una temporal que permite la interacción global), es decir, de manera longitudinal desde cuenca alta a cuenca baja, lateral con el río y la planicie de inundación y vertical a través de los flujos de agua subterránea (Ward,1989). Estas conexiones e interacción multidimensional hacen que también prevalezcan funciones hidrológicas de importancia para la biodiversidad (Poff,2019). Es a través del análisis del hidrograma y de la determinación de los atributos del régimen (magnitud, frecuencia, duración, momento y tasa de cambio) como indicadores hidrológicos de relevancia ecológica, que podemos desarrollar los modelos hidrológicos para el análisis de funciones ecológicas y servicios ecosistémicos provistos por el régimen a partir de los cuales se realizan las evaluaciones de caudales ecológicos (Salinas et al, 2021). También los ríos y sus cuencas “conectan” personas. Fue así que he tenido la oportunidad de conocer en cada proyecto que me ha tocado colaborar personas interesantes, como son los “aforadores” de las hidrométricas, personas que han vivido una inundación, tomadores de decisiones, hasta científicos(as) que llevan toda una vida estudiando estos sistemas.

En particular, en una de las reuniones del Proyecto de Reservas de Agua en el Instituto de Biología, ya hace más de una década, conocí a una investigadora, en cada comentario tenía una firmeza y convicción de cómo deberían ser las cosas. No recuerdo bien, pero tuvimos una plática y le compartí la base de datos de las hidrométricas de los ríos Jamapa y Cotaxtla, Veracruz, que estaba analizando para la tesis doctoral, también resultó ser originaria de Apizaco Tlaxcala (como mi mamá) y como niñas que tenemos cosas en común con un par de palabras hubo esa conexión de amistad. Esta investigadora admirable fue de las que abrió camino para el estudio de los Sistemas Acuáticos en México, con líneas de investigación como la Hidrología fluviocostera, ciclos biogeoquímicos y contaminación acuática. Su nombre es Guadalupe de la Lanza Espino. El 06 de octubre de 2021, recibimos la noticia de su fallecimiento. Ya no contaremos con su presencia física, sin embargo, sus enseñanzas prevalecerán en todos(as) los estudiantes y colaboradores que hemos tenido el gusto de conocerla. Cuéntame ¿Tienes alguna anécdota con la Dra. Guadalupe? Escríbela en los comentarios.

Este post es en memoria de las personas queridas que ya no están con nosotros, deseando que descansen en paz.

El río de la vida parece seguir su curso, pero no es así totalmente, almas se van y almas llegan a enriquecer con sus acciones constructivas y positivas a este río llamado vida

 Rodríguez-Arana, 2022