El Lago de Cuitzeo cuenta con una extensión territorial de 452 km², es el segundo cuerpo de agua más grande en México y es el cuarto más antiguo del mundo. Actualmente, presenta un proceso de deterioro ecológico, el cual se atribuye a las actividades productivas que se realizan en su cuenca. Sin embargo, este escenario se hace más evidente en el Vaso Oeste (ver Figura 1), zona que se integra por los municipios de Cuitzeo, Copándaro, Chucándiro y Huandacareo. Esta región abarca 685.96 km², representando el 1.17% de la superficie del estado de Michoacán y cuenta con 53,937 habitantes (INEGI, 2010).

Figura 1. Deterioro ecológico del Vaso Oeste del Lago de Cuitzeo (Foto: Trueba, 2018)

Las personas que viven en estos territorios ribereños se enfrentan al problema de las tolvaneras (tormentas de polvo contaminado), que ocasionan enfermedades respiratorias, oftalmológicas y gastrointestinales, provocándoles una pérdida del 42% de su ingreso mensual por gastos en salud. Bajo este contexto, es de interés preguntarse: ¿cuál es el perfil socioeconómico que tienen los habitantes en esta zona?

Para responder a esta interrogante, se diseñó un cuestionario que permitió la recolección de datos en campo, utilizándose una muestra representativa que incluyó todos los filtros estadísticos de confianza. El instrumento se aplicó en las localidades más afectadas en esta zona por las tolvaneras (Jéruco, Doctor Miguel Silva y Capacho), esto con la finalidad de recabar información precisa.

En este orden de ideas, los datos recolectados en campo indican que los entrevistados se encuentran en un rango de 40 a 60 años de edad, madurez suficiente para identificar la situación ambiental actual del Lago de Cuitzeo, y comprender el problema de las tolvaneras (ver Figura 2). En su mayoría las personas interrogadas fueron hombres, pero también hubo una gran participación de las mujeres. La cantidad de habitantes por hogar en esta zona es similar a la media nacional, en donde viven cuatro individuos en una casa. Normalmente la mayoría de las personas tienen la propiedad de sus hogares porque es heredada de sus padres.

Figura 2. Trabajo de campo en las localidades (Foto: Trueba, 2018)

Las personas tienen viviendo en las localidades entre 40 y 60 años, comportamiento similar a la edad que poseen. Esto indica que los interrogados tienen la mayor parte de sus vidas habitando en la zona perjudicada por el deterioro ecológico del lago. Ellos manifestaron tener un vínculo emocional con el entorno que los rodea y no quieren que el cuerpo de agua desaparezca (ver Figura 3).

Figura 3. Trabajo de campo en Doctor Miguel Silva (Foto: Trueba, 2018)

Por otro lado, cuando se recorrieron las localidades se identificó la presencia de casas deshabitadas. La población entrevistada mencionó que se encontraban así porque los dueños tomaron la decisión de emigrar a los Estados Unidos, ya que no encontraban condiciones laborales aceptables y la problemática de las tolvaneras no les permitía realizar su vida con normalidad.

En términos de educación, los habitantes consultados tienen un grado de estudios en el nivel básico, oscilando entre la primaria y la secundaria. Resaltando con menor presencia el nivel superior, ya que las personas normalmente no cuentan con estudios universitarios o de posgrado. Esto puede ser uno de los factores que explica las condiciones socioeconómicas en las localidades, debido a que esta limitante no les permite acceder a un empleo bien remunerado.

La información sobre las actividades laborales de los interrogados refleja que trabajan en su mayoría sobre la industria del comercio (sector económico terciario) y la construcción (sector económico secundario) (ver Figura 4). Este comportamiento se presenta así porque en la zona existen diversos centros acuáticos recreativos que dotan de estos empleos. Por su parte, algunos trabajadores se desplazan a las cabeceras municipales y a la ciudad de Morelia para insertarse al mercado laboral.

También trabajan como músicos, artesanos, profesores de magisterio, empleadas domésticas, electricistas, obreros, campesinos, choferes y empleados gubernamentales. Cabe resaltar que se está hablando de localidades ubicadas en la ribera de un lago, y podría esperarse que una actividad laboral importante sea la pesca, pero la realización de ésta es nula por las condiciones del deterioro ecológico en el Vaso Oeste. En campo se mencionó que la construcción de las diferentes carreteras que dividen al lago en tres secciones aceleraron este comportamiento.

Figura 4. Trabajo de campo Capacho (Foto: Trueba, 2018)

El número de personas que trabajan por hogar a parte del encargado de la economía familiar es entre uno o dos integrantes más. La tendencia indica que en la mayoría de los hogares la economía familiar depende de una persona. Los habitantes en estas localidades trabajan entre seis y siete días a la semana, con un promedio de diez horas al día. Esta información, muestra que pasan alrededor de la mitad del día laborando para generar ingresos y financiar las necesidades básicas de sus familias.

El ingreso mensual personal de un habitante promedio en el territorio de estudio es menor a $2,000, este monto es bajo para solventar los gastos en una familia de cuatro individuos por hogar. También existen habitantes que ganan más de $25,000 mensuales, pero son la minoría. El ingreso mensual familiar de los entrevistados se ubica en un rango de $2,000-4,000. Con estos datos se argumenta que en un hogar en donde trabajan dos o más personas la situación económica mejora. Sin embargo, es notorio que las desigualdades socioeconómicas están presentes en las localidades, y a pesar de esto el índice de marginación social es medio.

En síntesis, el perfil socioeconómico de una persona promedio que habita en las localidades de análisis pertenecientes al Vaso Oeste del Lago de Cuitzeo tiene las siguientes características: es de edad adulta y en su casa viven cuatro personas. Su grado de estudios es el nivel básico, vive en la localidad la mayor parte de su vida, contando con la propiedad de su casa. Trabaja normalmente en la industria de la construcción y el comercio. En su familia cuando alguien más trabaja, regularmente es una persona adicional. Labora seis días a la semana, ejerciendo diez horas de su tiempo al día. El ingreso mensual personal que genera es menor a $2,000 y el ingreso familiar haciende de $2,000 hasta los $4,000 mensuales.

Este escenario indica que las condiciones socioeconómicas para los habitantes de la zona de estudio no son favorables, ya que el bienestar de las familias se ve mermado porque hay pocas oportunidades de trabajo y los salarios son bajos. Aunado a ello, el nivel educativo es bajo, esto representa un obstáculo para tener mejores oportunidades laborales y con mayor remuneración. Por último, el problema de las tolvaneras perjudica su salud y disminuye sus ingresos. Ante estas circunstancias, el gobierno debe intervenir para construir políticas públicas y proyectos de investigación que incentiven el empleo, el mejoramiento de la educación, el sistema de salud pública y la preservación del lago.

En esa orientación, una alternativa para dar respuesta a la mayoría de los problemas mencionados anteriormente, es avanzar en un proyecto que impulse la construcción de un parque solar en el Vaso Oeste. Esto fomentaría aprovechar la energía del sol y disminuiría la evaporación del recurso hídrico, permitiendo que el lago recupere su espejo de agua en un tiempo determinado, y resolvería el problema de las tolvaneras. A su vez, cubriría las necesidades energéticas en la región debido a que los paneles solares tienen alto rendimiento. También, generaría empleos fijos y temporales para las localidades aledañas, ya que se requiere de personal para la construcción, el funcionamiento y el mantenimiento de los paneles. Esta propuesta no es un tema nuevo, ya que se pueden encontrar casos de éxito en diversos países como: Chile, Japón, Francia, Inglaterra y Holanda.