La insuficiencia de agua para satisfacer la demanda de este recurso en condiciones medias, es un fenómeno que obedece a determinadas formas de comportamiento.
Esta insuficiencia es de avance gradual en el tiempo, su impacto se amplifica en cada fase progresiva, el tiempo de recuperación a las condiciones hídricas “normales” está en función del impacto, la severidad y la duración, y tiende a abarcar amplias regiones geográficas. El fenómeno tiene impactos diferentes en cada sector usuario, en función de los volúmenes de agua que utilice cada uno, de la vulnerabilidad a la insuficiencia de agua, y de la flexibilidad para adaptarse a situaciones temporalmente restrictivas, entre otros factores; la mejor estrategia para afrontarla es tomando medidas precautorias. La previsión, una de cuyas componentes es el ahorro de agua en épocas de abundancia para usarla en temporadas de escasez, es posiblemente la medida más apropiada que permite afrontar el fenómeno con mayores posibilidades de éxito.