La alta densidad poblacional, el pobre planteamiento urbano, los ambientes marginales y las diferencias en las condiciones de género, pueden crear muchos problemas para las mujeres urbanas, jóvenes y adultas, solteras o casadas.
La baja calidad habitacional y las estufas ineficientes generan contaminación en el aire y hacen que las mujeres utilicen más combustible del que sería necesario si vivieran en condiciones de vida sostenible y equitativas.